GARUPÁ.- Para llegar al estadio de la Mutual Crucero del Norte hay que salir de Posadas (a 1.300 kilómetros de Tucumán), recorrer 15 kilómetros por la ruta 12 en dirección a las Cataratas del Iguazú y, a la altura de Garupá, desviarse hacia la izquierda por un camino de empedrado. Debe ser una de las canchas más hermosas del país (además de flamante, porque fue inaugurada en 2007): tierra roja, el río Paraná de fondo, la selva misionera. Un idilio. Pero fue ahí, en ese escenario de postal, donde Atlético encontró el abismo.

No está claro contra qué tipo de rival perdió Atlético, si contra uno que peleará la permanencia o la punta (no hay que subestimar a un equipo que hace 10 años jugaba en la liga local y ya ascendió tres veces). Lo que sí está claro es que Crucero del Norte jugó como si fuese un club curtido en la B Nacional y Atlético pareció como si debutara en la categoría. Fue el mundo al revés de lo que dicta la historia: la tribuna local terminó gritando "ole" cuando sus jugadores, ya cerca del final, hicieron correr la pelota con más de 15 toques seguidos.

Atlético perdió bien porque jugó mal y porque Romero le metió un hermoso tiro libre de zurda a Cacace. Ricardo Rodríguez dispuso un sistema que, por falta de tiempo o por una mala tarde de sus jugadores, fue superado en casi todo el partido por el local: en los primeros 15', el local ya había tenido tres chances claras de gol. Tres.

De hecho, el arco de Gaona le quedó muy lejos: se suponía que Ladino y More, los laterales volantes, debían proyectarse, pero lo pudieron hacer pocas veces. Barrado, que por fin puede tener un buen socio en Bustamante (a diferencia del año pasado), jugó más como un doble 5 defensivo, y se conectó pocas veces con el ex Defensa y Justicia.

Por supuesto Atlético pudo haber empatado; casi lo hace con una magnífica volea de Cobelli, sobre el final. Pero la decepción en el juego ya estaba lacrada. Del "decano" se esperaba otra cosa y lo de ayer se pareció a una continuación del equipo de Llop. La belleza misionera idílica escondía una trampa.